Concebido desde la simpleza, con un gesto muy sutil y elegante, se enmarca el nuevo ingreso al Club Amuppetrol acompañado de un juego dinámico de tubings generando ritmo y tamizando visuales.
Esta cubierta curva se alza casi desde el suelo pero sin tocarlo, recogiendo las aguas de lluvia y de rocío en un pequeño espejo de agua que es parte del máster plan del conjunto. La iconicidad se acompaña de un fuerte carácter institucional, ofreciendo a sus socios una experiencia única desde el ingreso al club.